viernes, 11 de noviembre de 2011

¡Nadie lo diría!

Si yo os preguntase que en qué año vivimos, seguro que me diríais: en 2.011. Cierto, no puedo negaros que estemos en el 2.011, pero no me refiero a los números, sino lo que celebramos este año. Aunque parezca mentira, es el año de... la QUÍMICA. Sí, habéis leído bien. Química... Eso que estudiamos, junto con la física, y que nos hace darnos cuenta que lo bueno solo dura un trimestre (ja, ja, ja...). Aunque me ría, lo decía en serio: es la mejor etapa del curso. Ésa, y la de cuando "intentamos" explotar nuestro laboratorio de ciencias ("intentamos", no conozco a nadie que realmente lo haya conseguido, pero humo, más de uno lo ha conseguido. ¡Sálvese quién pueda! ¡Cuerpo a tierra!).

¿A qué no os esperabáis que fuera el "año de la química"? Pues sí, es cierto. Ésto me recuerda a una canción de David Bisbal, que pega mucho con este tema, puesto que el estribillo dice: "Quién me iba a decir", que es lo que ahora mismo todos pensáis.


Bueno, después de este descanso, creo que es hora de comenzar:

Elemental, querida tabla


Aprovechando que estamos en el Año Internacional de la Química, hemos recorrido la tabla periódica para indagar en el origen de sus ciento y pico elementos.


El invento de la tabla periódica se debe al químico ruso Dmitri Mendeléyev, quien en 1.869 recogió en un gráfico los elementos entonces conocidos con sus propiedades. La versión actual se ha ido ampliando a medida que se hallaban nuevos componentes y teorías sobre el comportamiento químico. Los elementos están dispuestos por su número atómico -cantidad de protones en el núcleo- y su estado -líquido, sólido o gaseoso- a 0º C y una presión de 1 atm. En esta ilustración los hemos dividido en cuatro clases según su origen. De los 118 elementos descritos hasta ahora, 94 se encuentran en estado natural en la Tierra; el más abundante es el oxígeno. Su formación se fue gestando en el universo a partir del Big Bang mediante fusiones nucleares en las estrellas y explosiones de supernovas. Los que pesan más que el plutonio -número atómico superior a 94- son sintéticos -se crearon en aceleraciones de partículas o reactores atómicos- y tan inestables que sólo duran fracciones de segundo.


1. Hijos del Big Bang. Según la teoría aceptada hoy por químicos y astrofísicos, los elementos más ligeros -hidrógeno y helio- se crearon en los segundos posteriores a la gran explosión que dio origen al universo. Es posible que entonces también surgieran, a partir del impacto de rayos cósmicos inmediatamente después del Big Bang, otros materiales poco pesados, como el litio, el berilio y el boro.


2. Derivados de explosiones de supernovas. Muchos elementos pesados provienen de la explosión de estas estrellas masivas, hace 9.000 millones de años, con aportaciones de otras más jóvenes -4.650 millones de años, poco antes de la formación del Sistema Solar-. Los astros de poca masa, como nuestro sol, no comprimen su núcleo con la presión suficiente para fundir materiales pesados como el hierro. Sólo una supernova es capaz de crear elementos más pesados que le bismuto.


3. Generados en la fusión nuclear de las estrellas. Cuando una estrella empieza a agotar su reserva de hidrógeno, se contrae y sube la temperatura. Esto da paso a la fusión de núcleos atómicos de carga similar que originan a otro más pesado -helio-. A partir de este elemento se producen nuevas nucleosíntesis para formar carbono, nitrógeno y oxígeno, y después, cuando el helio está casi agotado, otros elementos aún más pesados, como el silicio o el niquel.


4. Creados artificialmente en el laboratorio. Se trata de elementos sintéticos producidos en aceleraciones de partículas o reactores atómicos con fines destinados a la investigación. Son radiactivos e inestables, es decir que duran muy poco y con el tiempo se convierten en otros elementos. El más ligero y primero que se descubrió fue el tecnecio; el más reciente y con el número atómico más alto es el ununoctio.


Saber más. Si te interesa la historia de los elementos químicos, te recomendamos el libro "The Disappearing Spoon", de Sam Kean (Ed. Little, Brown and Company; Londres, 2.010). En él encontrarás un montón de anécdotas ligadas a la tabla periódica.



Con este vídeo y este artículo, hemos averiguado un poco más sobre esa "cosita" que llevamos siempre cuando tenemos un examen, y que más de una vez nos han enseñado a leer.

"¡Feliz año de la Química!"


Bibliografía:
-Revista "Muy Interesante". Número 357 (Febrero 2.011).

No hay comentarios:

Publicar un comentario