lunes, 9 de abril de 2012

¿Por qué hacemos esto a algo tan bonito?

Caminando por una ciudad tan preciosa como Salamanca ves cosas tales como la Catedral, la Casa de las Conchas, la Clerecía... Pero cuando vas a visitar algo que quisiste ver hace mucho tiempo, te lo imaginas precioso, auténtico, real, maravilloso... Vamos, que no hay adjetivos para tanta belleza...

Mi historia comienza el año pasado... Me leí un libro de un autor salmantino, en el que se hablaba de Salamanca, ya que era el lugar donde se desarrollaba la historia. El lugar "principal" vamos a llamarlo eran "Las Cuevas de Salamanca"... Investigué, me acerqué por allí... pero nada. No se podía visitar... Hasta que ayer me entero que se pueden visitar... Yo, al lado de la catedral, con tiempo de sobra... Era mi momento... Mi momento de conocerlo... Voy, lo conozco, lo visito, me encanta y... ¡¿Qué narices?! Resulta que alguien (un inculto, un tonto, o yo que sé que) había tirado botellas en ese lugar... Alguien que va conmigo me lo dice y en ese momento... ¡Zas! Clara le saca una foto...



También paseando por Salamanca vi más cosas, como por ejemplo, la costumbre tan "mala" que tenemos los salmantinos... La explico: cada vez que tenemos novio o novia nos vamos a la "Huerta de Calixto y Melibea", y colocamos un candado con el nombre de la nueva pareja... Seamos sinceros, cualquiera lo haría, aunque no sabemos que eso trae grabes consecuencias al medio ambiente...


Aquí tenéis los materiales de los que están hechos los candados y aquí un estudio que han realizado sobre este tema.

Webgrafía:
-http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20080527173013AAF1T7l
-http://www.bo.ird.fr/spip.php?article2600

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por esta entrada de denuncia, Clara. Me ha encantado la parte de los candados, sinceramente ni si quiera me había parado a pensar en las repercusiones que pueden tener en el medio ambiente. Cuánto daño ha hecho entonces Moccia con sus libros, las modas italianas es que son muy pasionales...
    Todos los salmantinos deberíamos agradecer poder vivir en una ciudad como la nuestra, y por supuesto que hemos de evitar ensuciarla.
    Me ha gustado mucho, Clara :)

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    1. No sabía que la culpa de esto era de un escritor y sus libros... pero está bueno saberlo, ja, ja, ja. Y tienes razón: deberíamos de dar las gracias por vivir en nuestra ciudad... pero como dice el dicho: "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde"...

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